Tuvimos muchos "estás iguaaaal", condimentados con la brutal honestidad de Willy Ochoa y su "La vida se ensaño con nosotros"...
Luego del postre algunos nos fuimos para El Quijote, mientras que otros se quedaron en el Munich. No tengo noticias de lo que aconteció allí, así que si alguien quiere comentarlo, agradecido.
Los que nos fuimos para El Quijote hicimos una recalada a la antigua, inclusive remitiéndonos a tragos que no circulaban sino desde el 88. Sin ir más lejos, yo me tomé un Gin Tonic: hacía por lo menos 7 años que tomaba uno...
En este grupo estábamos Pitoto, Gabriela Iacoviello, Patricia Angerami, Pablo Galli, María Escujuri, Alejandra Iturrioz, Gustavo Tedeschi, Silvina Di Rado, Alan, Laura Bonavita, Pablo Montequín y yo (Mauro). Alejandra estuvo un rato y luego se volvió al Munich.
Fue un paso fugaz, y al rato ya estábamos partiendo para ir a bailar. La verdad, no me acuerdo el nombre del lugar !!! Es el de la esquina de Chacabuco y P.N. Carrera. En el camino lo perdimos al Tete Tedeschi, Laura Bonavita y como dije más arriba, Alejandra tampoco fue, pero agregamos a "María-amiga-de-María" para mantener equilibrada la componente femenina.
El boliche era un verdadero despelote, caos total de muchachitos y no tanto, y en cuanto llegamos me acordé por qué no iba a bailar desde hacía una pila de tiempo: estoy grande para que me empujen, apreten, pisen, griten, mojen y un montón de verbos parecidos... igualmente la pasamos bárbaro: nos subimos a una vía de circulación de personas que nos llevó hasta los baños, estacionamos a Pablo Galli en una barra y luego nos tomamos otra vía que nos trajo de vuelta hasta la pista. Justo embocamos una muy linda música de época (por ejemplo, "Gloria", y también YMCA de Village People), pero no duró demasiado y al poco rato los parlantófonos se empastaban al ritmo de la cumbia y el cuarteto.
En estos 18 años, algunas cosas ... empeoraron!!!
Peroooooo... nada importaba, excepto el rato que estábamos pasando juntos, que fue muy divertido.
Cuando el reloj marcó las 5:00 A.M., nos despedimos y marchamos mansamente hacia nuestros respectivos descansos.
Yo hice mis 33 KM hasta Vásquez, y cuando estaba llegando empezaba a clarear, así que saqué esta foto como recordatorio: de vez en cuanto hace bien acostarse tarde.
Un abrazo para los visitantes, que lo disfruten.
Maurol